" Había dejado de llover, pero las nubes no se habían retirado. El día estaba oscuro y limpio y daba gusto respirar el aire húmedo. Caminó al azar en dirección a Francisco Silvela y comprobó que sus piernas funcionaban con una eficacia relativa. Se detuvo sin entusiasmo frente al escaparate de dos o tres tiendas y de súbito comenzó a sentir hambre. Pensó en una de sus comidas preferidas y notó que la evocación producía en su interior alguna actividad gástrica. La idea de comer le proporcionó una porción de felicidad y entró en una cafetería de buen aspecto. Se sentó en un taburete de la barra y pidió un plato combinado y una cerveza. Tenía mucha sed y el primer sorbo -lleno de espuma le produjo un escalofrío de placer. Frente a la barra había un espejo que le señala que había salido de casa sin retocarse la cara y con la melena descuidada. Todo ello, sumado a los pelos de la pierna izquierda y al hecho de no haberse duchado, configuraba la imagen de un cuerpo bastante sucio, pero la idea le hizo sonreír, pues la gente ignoraba estos detalles y ella iba bien vestida, de manera que nadie podría sospechar el estado de sus condiciones higiénicas. Se trataba de un secreto entre el espejo y ella."
La soledad era esto no ha tardado en hacerse con el Premio Nadal del 1990. Es una novela contemporánea, escrita por Juan José Millás en la que trata una historia sentimental de una madrileña cuya vida da un giro brusco tras una tragedia familiar.
Elena se encuentra en un momento crucial de su vida. Su matrimonio ha sido un fracaso, al igual que el trato con su hija. Encuentra un diario que leerá con desesperación, un diario que a partir de ahora, será parte de su vida.
EL éxito de esta novela ha hecho que se lleve a la gran pantalla. El director Sergio Renan ha tratado de plasmar la esencia de esta inquietante novela de Millás:
Aquí tenemos un trocito de esta conmovedora historia
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