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lunes, 26 de noviembre de 2012

Edgar Allan Poe: La máscara de la muerte roja


La máscara de la muerte roja

¿Quién es capaz de desafiar a la muerte? ¿Somos capaces de engañarla salvaguardándonos tras los muros de una recóndita fortaleza?

Eso es lo que debió pensar el protagonista de éste breve cuento de Poe, el príncipe Próspero, publicado por primera vez en 1842.

El nombre de tal individuo real, nos indica que se trata de un personaje que representa el egocentrismo más recalcitrante, la indiferencia y el desdén hacia el resto del mundo, y en este caso, se ceba con aquellos que sufren la enfermedad de la peste, o como la denomina Poe "la muerte roja".
Ilustración del blogger Jaime Nieves
Es un cuento que invita a la reflexión e introspección, y aunque pueda parecer raro, a la igualdad, representada por el personaje enmascarado, que personifica la propia muerte. La fortificación se caracteriza por los colores de cada uno de sus salones, destacando la sala negra con cristaleras color escarlata, que recrea una atmósfera aterradora llena de matices vinculados al horror de la enfermedad y la muerte que asola la ciudad del Príncipe Próspero

Pueden pasar los años, las ideologías, los cuentos como éstos, y aun así la historia se repite. No somos capaces de aprender de ciertos errores, los marginamos y pensamos que así desaparecen, pero la desigualdad se perpetúa en el tiempo, a lo largo de los siglos y del pensamiento.

1 comentario:

  1. Edgar Alan Poe era un borracho y un mal fumador de opio. Heil Jaspers.

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