José Saramago (1922-2010) fue un
escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo de origen
portugués. Su larga trayectoria profesional y su calidad como
escritor le hicieron merecedor del Premio Nobel de Literatura en
1998.
Aprovechando el que se supone el último
día del mundo según el calendario Maya, queríamos hacer una
mención especial a éste magnifico autor hablando de una de sus
novelas titulada Caín, publicada en 1991. En ella se
hace referencia a distintos pasajes de la Biblia, en los que Caín,
hijo de Adán y Eva, se sitúa como eje central del relato. Esto hace
que, a pesar de no ser una narrativa lineal, el lector no se pierda
en ningún momento.
Como hemos apuntado, Caín es una
figura que se utiliza, en mi opinión, para proporcionar coherencia a
la novela , enlazando cada una de las partes de forma sencilla.
Debido al asesinato de su hermano, Caín es castigado por Dios a vagar continuamente por el mundo mediante saltos espacio-temporales, relatándonos desde una perspectiva crítica, los actos que "El Señor" lleva a cabo por “voluntad divina”.
Debido al asesinato de su hermano, Caín es castigado por Dios a vagar continuamente por el mundo mediante saltos espacio-temporales, relatándonos desde una perspectiva crítica, los actos que "El Señor" lleva a cabo por “voluntad divina”.
A pesar de que Saramago se crió en un
entorno religioso, su ateísmo es visible, ya que como entresacamos
de las páginas de éste libro, ¿cómo un ser todopoderoso es capaz
de hacer y deshacer al mismo tiempo lo que se jacta de haber creado?
¿Tan poco le importa el sufrimiento de los seres que pueblan la
tierra? El escritor representa la figura del todopoderoso como un ser
poco samaritano, al que nada le importa destruir la ciudad de Sodoma
y Gomorra e incluso a toda la humanidad por no seguir el camino
trazado.