Nunca llueve a gusto de todos.
Si llueve molesta, porque nos mojamos, porque la ropa recién tendida no se seca, o la tendida anoche se vuelve a mojar. Molesta porque te mojas los pies, porque el pelo se te encrespa, porque la ropa se moja, porque el rimel te mancha la cara. Molesta porque crea charcos, porque hace frío, porque no puedes ir en bici. Nos quejamos una y otra vez. Nos encanta quejarnos. Pero, ¿y si no lloviera?
África llora. En África del sur apenas llueve. Es triste. Todo está seco, no hay vegetación. Lo verde desaparece. Es más, no aparece nunca. El sol quema, quema sin parar y el ambiente te ahoga. La gente ahí no se queja si llueve. Pero ahí no llueve. Y no hay alimentos. La gente muere de hambre. La lluvia es necesaria y nunca llueve. Muchos piensan que Dios les ha castigado por algo. Hay enfermedades, el ambiente nunca se limpia. Es necesario que llueva, aunque... nunca llueva a gusto de todos.
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